La orientación educativa es un pilar fundamental en nuestro sistema educativo, y como tal, debe ser considerada como parte integrante del mismo. El orientador reconoce que el ambiente de la institución escolar y el familiar deben ser atendidas en conjunto al momento de llevar a cabo el proceso de asesoramiento. La familia aparece como el primer contexto de socialización de los seres humanos y, junto con la escuela, es el más importante durante las primeras fases del desarrollo. Esta posición privilegiada de la familia la convierte en uno de los objetivos de trabajo esenciales para la orientación educativa.
Ríos (1994) expresa que “Orientar a las familias a través del asesoramiento es aportar técnicas que se encaminan a fortalecer las capacidades evidentes y latentes, fortalecer los vínculos  entre los miembros que unen a los miembros de un mismo sistema familiar, con el fin de que resulten sanos, eficaces y capaces de estimular el progreso de los miembros y de todo el contexto emocional que los acoge”.

Desde este punto de vista la asesoría en el ámbito familiar y escolar son procesos de ayuda y de apoyo, orientado hacia el cambio o la mejora. Definición realizada por Lippit y Lippit (1996). Al referirnos a la asesoría educativa, su intención es propiciar cambios basados en la reflexión, análisis y toma de decisiones de quienes son asesorados. Este asesoramiento puede aplicarse de forma individual o grupal.

De acuerdo a lo planteado es preciso resaltar que el consultor es una persona preocupada por, y comprometida en la totalidad del proceso, su razón de ser es prestar servicio a todas las personas que actúan en el medio educacional: el directivo, el docente, el especialista, los padres y el alumno, con el fin de mejorar su practica educativa y las relaciones que se dan entre estos, mejorando al mismo tiempo la organización del trabajo en el sistema.

Presentación en Prezi
(El Asesoramiento y la Consulta Familiar y Escolar)


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